Sociedad, irónica sociedad.

A lo largo de estos años que he pasado entre una red social y otra, he notado cada vez como incrementa la ironía en la sociedad, y es que, ahora que es tan fácil publicar nuestro pensar y sentir en cualquier sitio con la patética esperanza de que sea bien vistos y nos den la razón, nos topamos con todo tipo de comentarios, y ahí empieza la batalla; me causa una gracia desesperante el ver como una persona pide respeto, tolerancia y aceptación, pero ésta es incapaz de dar lo que pide, porque en cuanto ve un comentario opuesto al suyo saca las garras, se victimiza y se ofende. 

Otro caso muy común y que en lo personal me parece ridículo es que para todo quieran sacar video de las agresiones que supuestamente sufren, ejemplo: la chavita que se queja de que una persona va en el transporte público tomándose una cerveza, y así nomás, porque tiene un celular con cámara y no le parece que alguien, probablemente cansado por el trabajo, se esté refrescando con algo que la mayoría de la gente ha bebido mas de una vez en su vida, incluida la muchachita esta que se quejaba. 

Por otro lado tenemos a los que juzgan porque los juzgan, es decir, aquellos que luego de ser juzgados por su preferencia sexual, su género, su color de piel, su nacionalidad, su profesión, etc. etc. son los que inmediatamente se ponen a señalar de igual manera a aquel que los juzgó, ah pero eso sí, al mismo tiempo piden que se les respete y se les dé su lugar como las personas que son. Pues bien, es cierto que son tan personas como yo, es cierto que tienen su lugar en esta sociedad, igual que yo, también es cierto que TODOS merecemos respeto, pero no por eso debemos dejar la congruencia de lado. Es cierto que este post entra en la categoría de "juzgar a los que juzgan" (seguro muchos lo verán así) sin embargo, el propósito de éste es generar un poco de consciencia respecto al tema, dejar de ser conflictivos solo porque tenemos el derecho de expresión, pero que la mayoría de las veces somos tan inútiles de manejar, porque confundimos el derecho a expresarnos con el "derecho" a insultar, simplemente porque no estamos de acuerdo con la otra persona y de alguna manera su comentario (que ni siquiera iba dirigido a nosotros pero igual nos ponemos el saco) nos ofendió.

Luego de haber sido participe de estas cosas en varias ocasiones, y de que francamente no haber sentido satisfacción alguna, me dí cuenta de mi error, y ahora si veo algo que no es de mi agrado, si leo algún comentario que va en contra de lo que pienso, simplemente lo paso y listo; porque todos pensamos diferente, aún cuando coincidamos con otros su manera de pensar nunca será como la nuestra y viceversa.

Irónico es ver como una herramienta tan útil y poderosa como el internet, nos vuelve unos auténticos cavernícolas.